Descripción:
Los grandes problemas de la educación en México nos han sido revelados frente a los retos en la crisis sanitaria por la pandemia de covid-19; las desigualdades educativas, la falta de inversión en recursos materiales y humanos, los vacíos en la formación y la falta de adiestramiento en el uso de las tecnologías, todos ellos se sumaron a nuestras debilidades educativas y a la condición cultural de nuestra sociedad. El conjunto de las reflexiones que se articulan en este libro reconfiguró nuestra relación personal con las tecnologías, con su uso y práctica en la educación, para advertir su importancia y sus efectos en la vida cotidiana, así como sus implicaciones políticas, económicas y culturales. Las relaciones sociales, políticas y económicas, no sólo se han transformado, también representan una oportunidad para nuevas condiciones de trabajo, nuevas estrategias, nuevos programas educativos y perfiles de docentes y alumnos que desarrollen competencias y habilidades desde los modelos de educación emergentes, los cuales fueron impulsados con el apoyo de las TIC y las humanidades digitales como resultado del confinamiento. Se trata de un nuevo uso de los procesos y componentes tecnológicos aplicados en la educación, lo cual nos ha conducido a reorientar, construir y fortalecer nuevas prácticas de enseñanza-aprendizaje, así como a comprender la importancia tanto del trabajo autónomo como del trabajo colaborativo y la eficiencia de la evaluación.