Descripción:
Si el cerebro es más ancho que el cielo, más hondo que el mar, y pesa lo mismo que Dios? ¿contendrá a la ética? La fascinación que ha despertado este órgano ha llevado a plantear que la ética está en el cerebro. Más aún: que toda la vida humana, personal y compartida, de algún modo está ahí. ¿Será esto así? En cinco capítulos, este texto muestra el origen de la palabra ?neuroética? y algunas posturas en torno a esta disciplina. Se hace una crítica tanto a algunos supuestos teóricos de la neuroética, como a aproximaciones metodológicas. En la parte medular del trabajo se busca exponer cómo se han establecido relaciones entre el binomio mente/cerebro con el de moral/ética. Finalmente, se hace un planteamiento y una propuesta para la construcción de una nueva neuroética no reduccionista, respetando su radical transdisciplinariedad.